Visitarlo es como llevar un curso intensivo de arte e historia, no solo de Heredia, sino de Costa Rica. Más que un cementerio, es sin duda un museo a cielo abierto. Cuando hablamos del Cementerio Central de Heredia nos referimos al sitio de descanso eterno de personajes que marcaron la historia del país.
Conmemoramos 100 años de su reconstrucción (luego del terremoto de 1924) y ampliado hacia el norte y oeste, pues como vemos acá, estos eran los muros del cementerio original.
Mientras algunas personas llegan con tristeza a despedir a sus seres queridos, otros lo visitan para conocer más de la historia y contemplar las obras de arte religioso que adornan las bóvedas y mausoleos.
Aquí descansa el expresidente Alfredo González Flores y su esposa Delia Morales. Durante su administración se creó el Banco Nacional y se fundó la Escuela Normal de Heredia en 1915. También yace Manuel María Gutiérrez, autor de la música del Himno Nacional.
El mausoleo donde están los restos de Don Braulio Morales Cervantes quien desde joven estableció una importante casa de comercio y de industria cafetalera. Contrajo matrimonio con Esmeralda Gutiérrez Flores, en cuyo honor el gobierno local estableció una medalla para premiar a mujeres destacadas del cantón.
Omar Dengo Guerrero, maestro de escuela, abogado y periodista. Fue declarado benemérito de la Patria, al igual que su padre Jorge Manuel Dengo Obregón, fundador del Instituto Costarricense de Electricidad.
El mausoleo donde reposan los restos de María Isabel Acuña Arias una niña de tan solo 13 años, conocida como “La Niña Marisa” quien murió en 1954. Hay quienes la llaman santa y tienen la fe de que mediante su intercesión se consiguen milagros. En 2018 el Vaticano la declaró Sierva de Dios. En 2019 el Obispo Rafael Quirós visitó la bóveda para rendirle homenaje, manifestando que intentarían avanzar con el proceso de canonización.
También descansa Emma Gamboa Alvarado, educadora y autora de los libros con que muchas generaciones aprendieron a leer y escribir, como “Paco y Lola” y “Mi hogar y mi pueblo”. Murió en 1976.
Joaquín Lizano Gutiérrez, fue gobernador, Ministro de Hacienda e incluso ejerció temporalmente la Presidencia de la República, entre mayo y noviembre de 1875.
También se encuentra la bóveda del destacado ingeniero Samuel Sáenz Flores, en cuyo honor lleva el nombre uno de los colegios de Heredia. Se dice que también está enterrado acá su abuelo Matías Sáenz, héroe de la campaña de 1856. Hay un monumento a los héroes de la Batalla de Santa Rosa.
Las bóvedas del expresidente Cleto González Víquez, del exitoso empresario José Manuel Herrera y Víctor Manuel Elizondo, Benemérito de la Patria. La bóveda de la Familia Sánchez Cortés, don Julio fue el pionero en la industrialización de nuestro grano de oro, abuelo materno del expresidente Oscar Arias Sánchez. Y la de su abuelo materno, el economista Juan Rafael Arias.
Eladio Rosabal Cordero. Deportista que debutó en el Club Sport La Libertad, pues en Heredia no existía un equipo de fútbol, y por ello, junto con otras figuras heredianas se dio a la tarea de fundar el Club Sport Herediano.
El destacado escultor herediano Juan Rafael Chacón. La Familia Dobles Sánchez, acá está enterrado el escritor Luis Dobles Segreda. Las bóvedas de Amando Céspedes, destacado en fotografía y pionero de la radio en Costa Rica, de Julián Pérez Calderón, pionero en danza y ballet clásico, de María Antonieta Campos, exregidora, presidenta del Club de jardines de Heredia y Evangelina Solís, autora de la iniciativa para que se decretara el 15 de agosto como Día de la Madre en todo el país, desde 1932.
El Cementerio Central de Heredia es un lugar lleno de historia, de arte y de figuras clave en el desarrollo de la provincia y del país entero. Se puede visitar de manera gratuita, tiene un horario de acceso al público de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
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